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En la actualidad, todos hablan de inteligencia emocional, pero ¿qué significa? La bioterapeuta y conferencista Thatiana Salazar aclara esta duda. Sigue leyendo y descubre cómo sentir las emociones sin convertirte en su presa.

“Ser inteligente emocionalmente hace referencia a estar presentes para nosotros y permitirnos sentir: no reprimir o evitar eso que siento. Al estar presente, logras usar la respiración para bajar la intensidad de lo que sientes, reconocer lo que estás sintiendo y expresarlo verbalmente”.

Al trabajar este tipo de inteligencia, Salazar asegura que “logramos identificar las sensaciones físicas y la parte del cuerpo donde sentimos la emoción. Por ejemplo: la ira puede calentar mi cabeza, enfriar mis manos o producir un vacío en el estómago, sintiéndome impotente”.

Inteligencia emocional

Siéntelas, no las reprimas

Despejada esta duda, vamos con un mito muy frecuente: hay emociones buenas y malas. ¡Falso! Ninguna emoción puede catalogarse como negativa, “todas son buenas, son como una brújula que nos permite conocer de nosotros y poder gestionar las relaciones conmigo o los demás de manera fluida. La alegría, que generalmente catalogamos como positiva, puede convertirse en euforia al no ser gestionada. Al desbordarme de alegría, me desconecto y pueden ocurrir cosas que no quiero que pasen”.

Expertos en el tema aseguran que debemos sentir las emociones sin quedarnos atrapados en ellas, suena fácil, pero ¿cómo se logra? La bioterapeuta sugiere respirar, ¡muy fácil! Seguramente, estaban esperando una respuesta más compleja. “Se trata de poner la atención en la respiración, hacer 3 o 4 exhalaciones. Esto se logra con el entrenamiento amoroso de estar contigo”.

Autocontrolar las emociones e impedirles que rijan nuestra vida “no significa controlarlas, la invitación a sentirlas y modularlas. Para sentirlas puedes escribir, caminar, tomar un cojín y golpearlo, llorar, en fin, expresar lo que estás sintiendo. Lo ideal es llegar a respirar, modular, expresar y soltar. Para eso se requiere entrenamiento”, sostiene la conferencista.

Ya lo saben, las emociones están para sentirlas, no para reprimirlas. Trabajemos nuestra inteligencia emocional y experimentemos cada sensación sin quedarnos atrapados en ellas.

Por Dayana Romero